domingo, 23 de abril de 2017

Un Náufrago con muy buen rumbo


El amplio espacio escénico de La Madriguera permite que Murcia Flamenca pueda programar espectáculos que incorporen novedosas propuestas escénicas en materia de flamenco.  El pasado viernes tuvimos la ocasión de ver el espectáculo Náufrago creado por el bailaor y coreógrafo chileno Gabriel Aragú, en el cual el arte flamenco, con la guitarra, el baile y el cante, es utilizado como vía expresiva para contar una historia que invita a la reflexión del espectador. Hacía unos años que vino a nuestra peña con El ruido de las nueces, dejando muy buen sabor de boca, por ello la expectación por ver esta nueva creación era grande.


Náufrago es un espectáculo muy interesante, ameno y bien trenzado, con un hilo conductor centrado en la soledad y la falta de comunicación entre los seres humanos. Gabriel propone una vuelta a la comunicación directa por medio de la mirada, la percusión corporal, el habla, el cante, las nuevas tecnologías, el baile, la lectura… La escueta, pero efectiva escenografía, ayuda al espectador a sumergirse rápidamente en la historia de estos náufragos flamencos, que buscan de forma desesperada comunicarse entre ellos. Se graban la voz desnuda, muda, y la disparan en off; se cuelgan fotos con sus recuerdos. Arrojan mensajes en botellas de cristal a un imaginario mar, intentando salvarse, o piden ayuda al público para la lectura de un poema y así romper esa cuarta pared.

El flamenco hace acto de aparición en forma de jaleos, bulerías, taranto, vals, toná, malagueñas, soleares... Baile, cante, percusión y guitarra son vehículos expresivos para los artistas: Gabriel Aragú, Rocío La Boterita, Miguel Rosa y Pau Marzal respectivamente, magníficos cada uno en su parte flamenca, a la que sumamos su papel de actor, además de músicos, lo que supone una dificultad añadida para todos. 


Problemas técnicos con la microfonía inalámbrica al comenzar el espectáculo impidieron escuchar el cante de Rocío con el adecuado volumen deseado por algunos, aunque a otros gustó más así. La buena acústica del local permite la interpretación sin amplificación; lo pensaremos para futuras actuaciones. 

Disfrutamos mucho de este Náufrafo, que va con muy buen “rumbo” y a quien deseamos que llegue a otros muchos puertos, porque la verdad es que merece mucho la pena. Vayan a verlo si pueden. Queda recomendado.


Guillermo Castro