sábado, 25 de abril de 2015

La madurez de Bernardo Miranda



Preciosa la noche que nos brindó Bernardo Miranda el pasado viernes. La juventud de este artista cordobés de Fernán Núñez (27 años) no es acorde a la madurez de su cante, porque tanto el color de su voz, como el dominio de los palos flamencos son propios de voces más curtidas; suerte la nuestra. 

Comenzó por debla y martinetes, para dejar claro el terreno que pisaba, gran comienzo. En la zambra quiso homenajear a Curro de Utrera y Juan Varea, y Rafael Montilla Chaparro nos dejó sus primeros lances en la sonanta. Las Malagueñas templaron algo el cálido ambiente que se había formado ya en la peña, con un público atento y generoso; Chacón y La Trini brillaron en la voz de Bernardo, que se recreaba en los tercios con melismas y cromatismos que subían y bajaban de intensidad y emoción, cerrando por abandolaos. En las soleares el maestro Enrique Morente hizo su aparición en una interpretación donde Bernardo paraba los tercios, a la forma como hacía el granaíno; giros apolaos, tercios arrebatados, cañaverales y muerte en La Habana. En las Alegrías pudimos escuchar gran variedad de estilos, algunos de ellos inevitablemente unidos al gran Camarón de la Isla; Rafael Montilla hizo de nuevo de las suyas en la guitarra, con falsetas llenas de energía y dinamismo. Llega el turno de las seguiriyas, donde rompe la voz y se desgarra, para lograr el dramatismo que requiere este palo, difícil si se quiere hacer bien sin caer en la monotonía; magnífico el cierre por cabales. Nuevo homenaje, esta vez a Fernando Terremoto en las bulerías “Luz en los balcones” y cierre por fandangos que supo a poco en el público y obligó a salir de nuevo a los artistas, una vez que habían vuelto al camerino y tras un largo aplauso. Nos regalaron unas nuevas bulerías y se marcharon con nueva ovación y merecido aplauso de lo asistentes, ya satisfechos. 

Bernardo Miranda se hizo acompañar de la guitarra de Rafael Montilla Chaparro, de toque dinámico y enérgico cuando hace falta, y sutil y dulce cuando lo requiere el cante. Entre los dos se encargaron de hacernos disfrutar de una gran noche de cante flamenco en Murcia Flamenca. 

Guillermo Castro

sábado, 11 de abril de 2015

El baile de terciopelo de Gloria Febres


Gloria Febres-Cordero (Ecuador) cuida su trabajo al extremo. La ilusión, sentimiento y energía que derrocha en el escenario se traduce en una comunicación con el público que pronto lo hace participe de su baile. Gloria lleva más de una década trabajando el baile flamenco e incorporádolo a su formación clásica y contemporánea, algo nada fácil, y el resultado es más que positivo. Lo mejor es que progresa, por lo que es muy probable que en poco tiempo perfeccione aún más su ya trabajada técnica. Comenzó el espectáculo con una buena tanda de soleares en la buena voz del cantaor cartagenero Bastián Contreras, quien en momentos nos recordaba al Borrico de Jerez. Con precioso vestido negro y gran dramatismo salió Gloria por seguiriyas, largo y complejo baile en el que pudimos ver mudanzas de una de las maestras en este estilo: Pilar López. Para levantar la pena en la que nos había sumergido la emocionante seguiriya de Gloria se pasó a unas bulerías, en las que la guitarra de Oscar Gallardo brilló con luz propia, pura delicia el dominio del compás que tiene este guitarrista, se nota que disfruta mucho con este palo donde acostumbra a incorporar complejas falsetas de Paco de Lucía que domina a la perfección. De terciopelo rojo era el vestido que Gloria tenía para los tientos, en el cual lució su mejor baile, con incorporaciones modernas en sus pasos y bellos braceos y posicionamiento que nos recordaba a Belén Maya. De nuevo Óscar nos trajo al de Lucía en la sonanta. Tangos extremeños en la recta final y cierre del baile por rumbas, sonriendo y feliz por su actuación, algo más relajada ya y con un gran aplauso y bravos del público. Quedó el cante del cierre por rumbas como antesala del siguiente palo que sirvió de nexo para el baile final. Bastián se acordó de Mayte Martín a lo Bambino en sus rumbas y nos llevó en volandas al baile final por alegrías en las que Gloria lució un bonito traje de bata de cola con mantón azul y marrón. Gloria se mostró juguetona y coqueta, como mandan los cánones en este palo, con la dificultad añadida de la bata, en un escenario que se quedaba pequeño para sus vuelos. Cerró la gala con un fin de fiesta muy ovacionado por todos y largamente aplaudido. Gran noche la de Gloria Febres-Cordero y su cuadro. Gran noche para Murcia Flamenca.

Guillermo Castro