domingo, 10 de junio de 2018

La Verdad desnuda de Hortensia Laencina

La artista murciana Hortensia Laencina presento ayer en Murcia su espectáculo La verdad desnuda, toda una declaración de intenciones la de esta joven artista recién licenciada por el Conservatorio Superior de Danza de Málaga dentro de la especialidad de coreografía, quien ya apunta buenas ideas a la hora de construir su espectáculo. La unidad temática giraba en torno a una bailaora que desnuda su vida en el escenario; un viaje flamenco en el que no hay posibilidad de esconderse. Todo transcurre sobre las tablas, como el flamenco mismo. Hortensia cambiaba sus atuendos en el escenario, que hacía las veces de camerino abierto, donde un improvisado perchero, una silla y una maleta hacían las veces de decorado y apoyo escénico. Una propuesta muy inteligente. 

La entrada del público se produjo mientras los artistas parecían estar calentando, afinando, discutiendo los últimos detalles en el mismo escenario. Tras la presentación del programador de Murcia Flamenca, quien agradeció la asistencia del numeroso público congregado, comenzó por tangos el cante de Agustín Garnés, con la guitarra de Tano Moreno en tono de rondeña, artistas también de esta tierra. Hortensia sale con bata de cola por alegrías, quien tras los primeros pasos, se templa, y se quita el vestido, luciendo pantalón, realizando el baile completo en partes bien diferenciadas. Le gusta bailar en silencio, sin acompañamiento, y demuestra tener claro lo que quiere, ya el baile por alegrías con pantalón no es lo habitual en este estilo, donde suele lucirse la bata de cola y el mantón, en un alarde visual que no entra en el montaje de la murciana. 


Bulerías, un solo de guitarra magnífico a cargo de Tano Moreno, nos hizo sentir la fuerza de este estilo flamenco en los dedos del guitarrista cartagenero. En momentos apareció el maestro Paco, con algunas falsetas adaptadas del tema cantado en “Almonte” del disco Zyriab. Una delicia escuchar a este guitarrista de toque limpio, virtuoso y de magnífico compás.

Mientras, Hortensia se preparaba para el próximo baile, unas seguiriyas en tono de rondeña, que comenzaron con el buen cante de Agustín, con martinetes y debla. La bailaora, mano en el bolsillo de su pantalón, trenzó un bonito y dramático baile que arrancó largos aplausos del respetable.

Malagueña de Chacón y malagueñas del Breva marcaron el último impase de la noche, en el que la bailaora murciana de nuevo cambió su vestuario para el fin de fiesta por bulerías, el cual estuvo marcado por el original vestuario, con falda corta y corto delantal puesto de lado, cubriendo solo el lateral de sus piernas y cintura. Un top cubría su pecho, y terminó bailando sin zapatos, recogiendo en su final la maleta y vestidos que había traído en su trayecto flamenco, despidiéndose de todos con una larga ovación, acorde a su buen hacer en el baile que nos había regalado esa noche. Contamos además con la presencia del bailaor internacional Juan Ogalla, quien fue reclamado por Agustín para que hiciera palmas en las bulerías y el fin de fiesta, donde también se subió Israel, amigo de Tano Moreno.

Murcia Flamenca se despide hasta septiembre y agradece a todos sus socios y amigos la asistencia y apoyo que muestran a la asociación. Igualmente da las gracias a La Madriguera por acogernos en su local y por su ayuda y promoción de la cultura flamenca en la ciudad de Murcia. ¡Feliz verano flamenco. Nos vemos en septiembre! 

Guillermo Castro