La bailaora murciana de Alcantarilla Mercedes Carrillo se encargó este sábado de retomar la programación de Murcia Flamenca, logrando un lleno que nos supo a gloria, tras el parón obligado por nuestro amigo “el bicho”, que aún nos acompaña. Circunstancias diversas supusieron el aplazamiento de este evento que debió haberse programado hace muchos meses, pero finalmente pudimos disfrutar de su baile.
Mercedes es cofundadora y codirectora del Ballet Flamenco de Murcia y forma parte del Ballet Flamenco de Lo Ferro, compagina su faceta artística con la de docente, impartiendo clases de baile flamenco y danza española en diferentes escuelas y centros de danza de La Región de Murcia. Es joven y tiene todo el futuro por delante, por ello es importante que los artistas emergentes tengan su espacio para poder desarrollar su carrera, algo nada fácil, y menos en estos tiempos donde muchos espacios que programan flamenco, peñas, asociaciones y otras salas han dejado de programar debido a las medidas que impone el COVID. Nuestra Asociación siempre se ha volcado en apoyar a nuestros aristas locales, y agradecemos a La Madriguera su esfuerzo y colaboración en apoyar nuestro proyecto cultural.
Comenzaron con un baile por tientos, cerrado con los habituales tangos, con ciertos nervios debido a la falta de costumbre en el quehacer flamenco. José Antonio Chacón, cantaor joven de Algeciras afincado en Murcia, de buen compás y flamencura, le hizo a Mercedes los cantes que requería este palo oriundo de Cádiz. A la guitarra Óscar Gallardo, un habitual ya de nuestra peña, fue calentando poco a poco el ambiente y haciendo subir la temperatura de la sala con su siempre atinada guitarra. Una bonita Taranta del Pena y Sanantonera dedicada a nuestros amigos de la Peña Flamenca de Cartagena, que habían venido en grupo a disfrutar del flamenco con nosotros, sirvió de enlace para el siguiente baile, una bonita y elaborada seguiriya en el cuerpo de Mercedes, ya más templao, que arrancó largos aplausos.
Cante por bulerías, siempre agradecidas, muy bien cantadas en la voz del algecireño y con una sonanta de altura en los dedos de Óscar, siempre grande en este palo tan exigente. Cerraron con baile por alegrías, un clásico y difícil baile si se hace completo, que Mercedes supo trenzar con gracia y desenvoltura con el mantón.
Una bonita noche que nos sirve para recuperar nuestro querido flamenco, para ver a nuestros socios y también muchas caras nuevas, aunque no se vean del todo. Seguimos…
Guillermo Castro