Jesús Castilla se parte el esternón cuando
canta flamenco, y a ti te rompe el alma. Este cantaor de San Fernando tiene
mucho duende en su voz, lo que añadido a su entrega en el buen hacer del cante
hace que te remueva por dentro como pocos. Conoce además los cantes a fondo,
incluido las últimas incorporaciones al abanico de cantes flamencos que Camarón
y Morente nos legaron, algo que es de agradecer en estos tiempos en los que
todo el mundo canta casi siempre lo mismo. Comenzó por alegrías de Cádiz para
templarse después por martinetes y debla, con los que consiguió levantar al
personal de las sillas por primera vez. Los tangos trajeron de nuevo el compás,
con recuerdos de Morente y su famosa Estrella.
Por bulerías se acordó de Panseco y por soleá se marcó unas buenas tandas por
arriba y luego por medio en la guitarra que le puso Joselito de Pura, con su
toque clásico al estilo de Morón. Su malagueña del Mellizo nos trajo los ecos
de Rancapino, cantando los dos estilos del Mellizo, el corto y el largo, con la
que se llevó doble ovación; y las sillas de adorno. Continuó con Fandangos,
tientos en varios estilos que no trajeron los consabidos y tan frecuentes
tangos salvo en el corto cierre final. Taranto y levantica supuso nueva
ovación, cerrando con unas largas bulerías con tonos de su admirado Camarón de
la Isla y unas patás por bulerías de su mujer que se subió a hacer un poco de
compás y acabó bailando.
Larga ovación final para Jesús Castilla y
Joselito de Pura, que nos trajeron los mejores ecos de Cádiz a nuestra peña, en
un extraordinario recital, de los mejores, que de nuevo mucha gente se perdió
por no estar atentos. Allá ellos.
Guillermo
Castro
No hay comentarios:
Publicar un comentario