Jaén
es tierra de cante, y Villanueva de la Reina es el pueblo de María Ángeles
Martínez Toledano: Ángeles Toledano
para entendernos. Muy cerquita de Villanueva está Andújar, de donde era Rafael
Romero, importante referente en el cante flamenco; y Linares, donde nació Carmen Linares, una de las principales figuras
en los últimos 40 años. El panorama flamenco se va renovando, es ley natural.
Cada cierto tiempo surgen voces que auguran un bonito futuro, gente joven que comienza
a destacar por su fuerza, carácter, juventud o porque nos recuerdan a grandes
voces pasadas. El caso de Ángeles es especial, porque ella no es una copista,
aunque se pueden percibir ecos en su voz de Morente, Pastora, El Pena, Manuel
Vallejo, o incluso Manuel Torre, aunque sus voces sean completamente
antagónicas; sin embargo, todos están en su voz y, a su vez, también está ella.
Tiene ahora 25 años, demuestra una gran maestría cantando y además es muy
humilde, porque aún no ha grabado un disco cuando podría haberlo hecho ya, como
otros, aunque no tengan suficiente madurez o mucho que decir artísticamente.
Vino acompañado de Benito Bernal, un
joven guitarrista de Villanueva de los Castillejos, Huelva, de 22 años,
igualmente personal, con muy buen compás y con un gran futuro por delante.
Comenzó por malagueñas con un estilo que algunos atribuyen a Gayarrito y otros a Chacón: “Se me apareció la muerte” cerrando con el estilo de El Mellizo. Siguiendo la senda de Morente, Ángeles hace suyos los dos cantes, de una forma muy personal, sin romper la tradición y dejando su sello propio con una ternura especial en El Mellizo. Benito Bernal a la guitarra le puso las filigranas adecuadas en la guitarra con mucho gusto. Por cantiñas nos trajo los ecos de Pastora Pavón, en toque por medio al VII, en un registro muy agudo. Benito le puso las falsetas que Joaquín el Hijo del ciego grabara con Sebastián el Pena allá por 1908, qué maravilla.
Taranto de Manuel Torre y Taranta de Linares de Juan Coronel
sirvieron para hermanar las dos tierras mineras, la suya y la nuestra, que
comparten ecos de cantes de madrugá, mineras y tarantas. Fueron cantadas de
forma muy personal, con toque de minera muy libre en la guitarra. Por soleá hizo alarde del uso del falsete de
forma magistral, pasando en los tonos graves a la voz natural sin apenas
esfuerzo. Unos preciosos y templados Villancicos
flamencos que Lorca nos dejó y divulgó Estrella Morente nos fueron
preparando para la navidad. Por seguiriyas,
con una salida muy personal, hizo tres cuerpos de cante jerezanos de gran
entrega que arrancaron una gran ovación en el público. Una larga tanda de Bulerías y fandangos personales cerraron una gala que no quería acabar por la
gran conexión entre el público y los artistas, siendo despedidos con un
generoso e intenso aplauso.
Este
recital fue el primero que tuvimos que suspender en marzo por los problemas
derivados del COVID, y hemos podido disfrutarlo por fin como regalo
pre-navideño, con muchos amigos, como nuestros compañeros de la Peña flamenca de
Cartagena, artistas presentes como la cantaora Ana Mochón o Raquel Cantero, o
el guitarrista Faustino Fernández, y muchos de nuestros socios, sin quienes
esto no sería posible. Gracias a todos por hacerlo posible. Gracias a La Madriguera por acogernos, por su
ayuda. Felices Fiestas a todos y que el año que entra sea más propicio para la
cultura flamenca, nosotros seguiremos trabajando por ella. No lo duden.
Guillermo Castro