Murcia Flamenca cerró el pasado sábado su programación con un magnífico concierto de Raquel Cantero hasta después de verano, en septiembre, cuando recuperará de nuevo su actividad tras el parón estival.
La cantaora extremeña, hija del matrimonio de los cantaores cacereños Eugenio Cantero y Niña Díaz, nos brindó un generoso concierto acompañado de dos jóvenes guitarristas que aún cursan estudios en el conservatorio profesional de Cartagena, donde la artista es profesora de cante: Alba Alarcón, quien es además socia de nuestra peña, y Rodrigo Félix, quien lo es de la de Cartagena. Se trajo Raquel dos palmeros, Mamen y Diego Fernández, quienes acompasaron muy bien los diferentes palos flamencos y nos hicieron sentir como en familia.
Comenzó por Bamberas, antiguo canto de columpio que ultimó en darle forma la gran Pastora Pavón, y más tarde cuadró el compás Paco de Lucía, con Naranjito. Un gran comienzo en la voz de Raquel y el toque de Alba, quien se encargó de la primera parte del recital. Malagueñas de la Trini y El Canario, cante grande, rematados a compás con Fandango de Lucena y Juan Breva, nos trajeron ecos levantinos en sus tercios de cante, bien entrelazados en la voz de Raquel, que ya estaba dejando bien claro a qué había venido a nuestra peña. Los Caracoles nos trajeron el recuerdo del gran Antonio Chacón. Qué cante tan difícil, igual que su acompañamiento, requiere de mucha concentración y control de la voz, con complejas subidas y tonos graves que hay que cuadrar con el compás y los diferentes cambios armónicos de la guitarra. Gran homenaje a los cantes mineros con unas preciosas falsetas de Alba en la Minera, Cartagenera grande y taranta de la Gabriela a compás, en las que la voz de Raquel brilló especialmente.
La entrada del guitarrista Rodrigo Félix nos trajo diversos cantes en toque de tangos, con Tientos, Farruca, Garrotín, Tangos de Cádiz, alguno extremeño nos pareció escuchar también, la Catalina de Vallejo, y unas Rumbas flamencas del año catorce que nos legara el gran Pepe de la Matrona tras su viaje a Cuba. Casi veinte minutos de hibridación flamenca. Por Seguiriyas pudimos oír un cante de El Mellizo y otro atribuido a Silverio que casi nadie canta, y que Morente grabó con Niño Ricardo en 1969, preciosas, cerradas con la Toná Liviana, creación de Antonio Mairena, igualmente magnífica en la voz de Raquel y la guitarra de Félix, de lo mejor de la noche. Terminaron por Jaleos, como no podía ser de otra forma, acordándose de su tierra y arrancando una gran ovación al finalizar. Se despidieron de nuestra peña con un fin de fiesta donde incluso Raquel se dio una pataíta, ¡qué más se puede pedir!
Broche de oro para cerrar la programación de nuestra peña, que se esfuerza por seguir programando flamenco de calidad en nuestra ciudad; con mucho esfuerzo, con muchas fatigas, pero con mucha ilusión. Esperando que vuelvan tiempos mejores y que podamos subir el aforo y conseguir rentabilizar nuestros espectáculos. Con la ayuda de nuestros amigos de La Madriguera, y sobre todo con la de nuestros socios, sin los cuales no podríamos existir. Buen verano a todos y que ustedes lo pasen flamencamente bien.
Guillermo Castro
Fotografías: Bernardo Sáez
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