jueves, 31 de mayo de 2012

Enrique Morente, de la Universidad a la Peña


Hasta las personas reales, viene la muerte y se lleva, cantaba el maestro. Y así fue, sin avisar nos dejó huérfanos. Se nos ha ido “el cante”, decían los flamencos el día de su fallecimiento. Pero Enrique sigue con nosotros, porque su legado flamenco ha marcado un antes y un después en la historia de este arte, y como todos los grandes, dejó su sello personal en todo lo que hacía. Así lo hicieron Silverio, El Mellizo, Don Antonio Chacón, y tantos otros cantaores que crearon escuela y fueron imitados, copiados, y hasta incomprendidos por un público que a veces no estaba a la altura de las circunstancias. Enrique fue a su vez clásico y moderno, tradicional y renovador. Dominó todos los estilos con maestría y en todos se movía como pez en el agua. Renovó letras y arriesgó en propuesta musicales, donde el rock, el punk, y hasta la música electrónica tuvieron lenguaje flamenco sin alejarse de la esencia; de la base, de la tradición. Va por ti, maestro. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario