Si alguien refleja hoy día el compromiso social en el flamenco, ese es el Niño de Elche.
El Museo de Bellas Artes de Murcia tuvo el sábado noche la oportunidad de presenciar una de las propuestas más radicales de la escena flamenca actual: Cantes tóxicos. Como la vida misma, tóxica, la de muchos españoles que cada día se ven ninguneados por los gobernantes y personas del ámbito del poder.
Francisco Contreras Molina “El Niño de Elche”, se dispuso a cortar cabezas al grito de “¡Compro tú oro! ¡Te compro la vida!” pregón flamenco desgarrado que sirvió de apertura. Desfilaron por su repertorio la banca, el Cardenal Rouco Varela, Villar Mir, Franco, las fuerzas del orden, el presidente del gobierno Mariano Rajoy, el que ya se fue Rodríguez Zapatero, la empresa tóxica Fertiberia de Huelva, Andrea Fabra y su ¡que se jodan! Y otros muchos... Las mentiras y engaños sufridos por la población fueron materializándose en forma de proyecciones audiovisuales, coplas flamencas y recitados a cargo de Antonio Orihuela. Fandangos de Huelva, martinetes y saeta completaron el corto repertorio de cante que fue la excusa para la denuncia, necesaria en los tiempos que corren.
Miénteme,
el olvido,
pan y fosfoyeso.
Desahuciado
y no me pegues,
derrotado y bendición.
La voz del Niño de Elche todavía resuena en los tímpanos de algunos de los que estuvimos allí. Su dominio de la voz es prodigioso. Se atreve incluso a introducir elementos hasta ahora ajenos al cante flamenco, como el canto armónico y caídas de la voz nada convencionales, lo que supone un interesante y necesario aporte a la tradicional forma de cante flamenco que está ahora falta de ideas.
Guillermo Castro
No hay comentarios:
Publicar un comentario