domingo, 15 de marzo de 2015

Un torbellino


Murcia flamenca se llenó de rabia contenida, expectación y alegría la noche del sábado en un espectáculo que tuvo un antes y un después debido a los problemas técnicos y el retraso en el comienzo de la gala; pero todo mereció la pena. El baile de Rocío Garrido no es de medias tintas: lo da todo en el escenario; es de alabar la pasión que pone en cada giro, taconeo, chasquido de sus dedos; su mirada, que te atraviesa, su cuerpo menudo que se retuerce, rompe y descompone, para volver de nuevo a empezar en nuevas mudanzas y pasos, ora contenidos, ora espontáneos.  

Comenzó la gala con el cante de Anabel Castillo y la guitarra de Francis Hernández, por Tientos-Tangos, con un largo surtido de estilos para todos los gustos, muestra del buen saber y la cultura flamenca de la cantaora y el guitarrista. Pasamos al baile del Taranto, en el que Rocío no pudo brillar como ella hubiese querido y como nosotros sabemos, pues ruidos ajenos a la música formaban un molesto acople a cada taconeo de su baile, lo que causó gran molestia e incomodidad, teniendo que prescindir de algunas de las partes de su baile. Por peteneras suavizó Anabel la salida rabiosa de la bailaora, con diversos estilos entre los que pudimos escuchar el de “La Rubia” y un final por malagueñas a compás, como se hacían a finales del siglo XIX. Fandangos libres en varios estilos continuaron el recital, con un magnífico papel del guitarrista, quien nos obsequió con bonitas falsetas y trémolos.

Por cantiñas introdujo Anabel el siguiente baile de Rocío, quien se sacó la espina del baile anterior con gusto. Hay que mirarla bien sus vueltas y giros, de admirable precisión; sus escobillas, su rápido y bien marcado taconeo, su espalda, su cuerpo, sus brazos. Tuvo tiempo de recogerse el delantal y de recordarnos a Carmen Amaya con unos pitos marca de la casa. Por Bulerías pudimos escuchar de todo en la voz de Anabel, incluidos temas de Raphael o Alaska aflamencados, en una larga tanda que preparaba el final por fiesta al que se sumo de nuevo Rocío, feliz y suelta.

Magnífico recital y lleno en La Puerta Falsa, sala que nos acoge con paciencia a pesar de los odiosos retrasos, más habituales de lo que quisiera uno, ¡y mira que nos cuidamos de ello! Pero a veces es que no puede ser…

Guillermo Castro

1 comentario:

  1. Hola paisanos!!

    En primer lugar, enhorabuena por el artículo. Conforme lo estaba leyendo, me estaba metiendo en situación y sintiendo el baile y la pasión del flamenco por mis entrañas. La verdad, que no lo pude ver, pero tal y como está narrado, es suficiente como para hacerse una idea.

    Como mi labor es la de apoyar todo lo que "huela" a nuestra Región de Murcia, voy a tratar de participar en la mayoría de portales que defiendan nuestra cultura, nuestro arte y nuestra idiosincrasia para apoyarles en la medida que pueda.

    Un cordial saludo y de nuevo, enhorabuena por el artículo.

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