sábado, 8 de marzo de 2014

El secreto de Juan Pinilla y Fernando Valverde

Juan Pinilla y Fernando Valverde pasaron este viernes por Murcia Flamenca. Presentaron previamente en el Hemiciclo de la Universidad su nuevo disco Jugar con Fuego editado por Javier Bozalongo (2013, Valparaíso Ediciones). Entrevistados por Isabel García, del aula de poesía de la Universidad y Guillermo Castro, presidente de Murcia Flamenca, nos contaron cómo se fraguó su nueva obra, donde la poesía de Fernando como hilo conductor y nexo común entre ellos sirvió para hilvanar temas tradicionales de flamenco y nuevas creaciones musicales de Pinilla con la guitarra de David Caro.

Gran disco, queda recomendado, además a un precio más que ajustado. (Más información sobre el disco: http://valparaisoediciones.es/64-jugar-con-fuego.html ) Ya en el local de la peña la expectación por ver su actuación se sentía en el ambiente. Y no era para menos, el recuerdo de su anterior recital en julio de 2013 dejó un extraordinario sabor de boca. Se arranca Juan con Lorca, Miguel Hernández, Alberti y Neruda, que se retuerce y llora con armonías por tarantas y ecos de cartagenera en el cante. Primera ovación. Siguió la voz poética de Fernando con La Caída, y canta Pinilla desde esta habitación no puede verse el mar. Se intercalan cante, poesía y guitarra en un emocionante final donde nos espera la vida. Granaína y abandolaos buscan el árbol de tu herida en una sentida interpretación. Segunda ovación. Alboreá, campanilleros y un homenaje a Chavela Vargas por milongas con ecos marcheneros y voz rota en recuerdo a la artista mexicana nos lleva al ecuador del concierto con un público totalmente entregado.


Que triste es la soledad canta Juan como policaña, con muchos recuerdos en la voz de su paisano Enrique Morente. Una delicia su aire rápido, nada cansino como suele ser habitual en este palo. Para el cante y cierra con una extraordinaria soleá grande que nos puso los pelos de punta. Llega Revolución, por tangos. Celia, uno de los poemas más sentidos, con un toque velado por alegrías y precioso trémolo de David Caro. Sombras por bulerías y Madrugadas por fandangos cierran un redondo recital donde poesía, cante y guitarra nos revelaron el secreto de repetir los pasos en la nieve y evitar en la arena las huellas quebradizas. Los sueños forman parte de nosotros. Ya somos bosque por el que pasa el río. Gracias Juan, Fernando y David.

Guillermo Castro

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