Algo habrá en Murcia que es caudal de buenas
bailaoras. Macarena Mulero pasó este
viernes por nuestra peña dejando buena muestra de su hacer en estas lides del
baile flamenco. Comenzó por alegrías, con mucho garbo, energía y fuerza en el
zapateado. Olés desde la primera vuelta. Tientos-tangos en la voz de Paquito Sánchez sirvieron para relajar
la emoción del primer baile, con unos ecos antiguos que no se habían escuchado
nunca en nuestra peña. Turno del taranto para Macarena, quien abre y sube los
brazos creando una figura que daba sensación de elevarse más allá de lo
posible, con un vestido rojo sangre que presagiaba la tragedia del sufrimiento
que tiene este baile dolido e introvertido. Sus taconeos fueron frenéticos y en
las vueltas perdió una de las horquillas que le sujetaban el pelo. Su final por
tangos tuvo un cierre vertiginoso con un martilleo en sus zapatos, vueltas y
quiebros de cadera que arrancaron gran ovación. Paquito Sánchez honra a la Niña
de los Peines con su Bambera y a Manolo Caracol con su Carcelero, cantes que
prepararon el último baile de la noche: soleá por bulerías. Con vestido negro y
chaquetilla de terciopelo afronta Macarena su último pase, donde pudimos ver
varias “torerías” en las que el baile retoma posturas del toreo, convertidas en
arte bailado, sentido y vibrante. Faustino Fernández estuvo a la guitarra, en
su sitio, como siempre. Casi lleno en otra noche flamenca cien por cien.
Guillermo Castro
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